Hace un par de días me topé en el centro de Madrid con dos simpáticas monjitas octogenarias que habían montado un escueto puesto donde vendían pastas elaboradas por ellas. He de confesar que el dulce es una de mis debilidades y no dudé en comprarles medio kilo de huesos de santo. Tras abonar religiosamente los … Sigue leyendo Leads, registros y monjas internautas